marzo 17, 2008

El nuevo poder del autor

Hola, has llegado hasta aquí porque leíste la dirección en la solapa de mi libro, o a lo mejor has venido a través de un buscador. En cualquier caso, voy a contarte algunas cosas. Sobre mí, sobre lo que he escrito, y lo que estoy escribiendo. Si ya eres lector de mis obras, podrás hacerme sugerencias: a lo mejor colaboramos en el próximo libro que escriba. O podrás conocer la obra en la que estoy trabajando. Si te interesa la forma en que redacto un párrafo o creo un personaje, te dejaré echar una ojeada por encima de mi hombro. Si quieres saber cómo me documenté sobre tal o cual tema, te contaré qué libros y revistas he manejado. Ah: y si aún no me has leído, te diré por qué podría gustarte hacerlo. Éste puede ser el comienzo de una larga amistad.

Christian Gadea Saguier

diciembre 07, 2007

Presentación de "Los hijos de la Luz" en Ciudad del Este, Paraguay


Escribir es un acto muy solitario, es como un viaje al interior de uno mismo, similar al proceso de iniciación masónica, donde uno se encuentra con toda su experiencia, recuerdos, y lecturas de las obras que nos hicieron quienes somos. De este camino nació Los hijos de la Luz que esta noche tengo el gran placer de presentarles.

Encontrarnos aquí no hubiera sido posible sin el aliento y apoyo de mis hermanos y hermanas masones. Este libro probablemente hubiera llegado a Ciudad del Este como un intruso, sin presentación. Gracias querida familia.

Quiero extender mi agradecimiento a Marco Patussi, quien gentil y desinteresadamente nos facilitó este salón para encontrarnos y hacer posible este evento.

Peri mi mayor reconocimiento es para ustedes, porque son ustedes los que dan vida y continuidad a mi obra. Comprendo que estar en la presentación de un libro sobre Masonería no es fácil, lamentablemente aún vivimos muchos prejuicios culturales que desprecian la libertad de asociación, religiosa e ideológica, y ven con ojos totalitarios el derecho a la libre expresión de la personalidad y a la formación de la propia identidad, a pesar de que estos derechos estén consagrados en nuestra Constitución Nacional.

Esto es un problema cultural. Justamente de la cultura masónica trata este libro. La cultura entendida como los valores, usos, costumbres y creencias que determinan la identidad de los maestros masones. Y me refiero a maestros, en su sentido genérico, varones y mujeres, pues es en esta etapa donde se cierra el círculo iniciático, desde el nuevo nacimiento que promueve la Masonería en todos sus adeptos.

La Masonería ofrece ayuda y guía para que nos volvamos cada día más conscientes de que nada puede detener el impulso que motiva el progreso humano en su peregrinaje de la oscuridad a la luz, de la irrealidad a la realidad, y de lo perecedero a lo imperecedero. Es un despropósito ser masón y no preocuparse por estos temas, que son individuales y a la vez colectivos.

Más, en este viaje no es fácil avanzar sin tropiezos: el maestro puede embriagarse con los cantos de sirena del conocimiento fácil y aparente. Por eso, es menester distinguir el camino adecuado que conduce realmente al fondo de las cosas, de aquél que sólo conduce a un mundo de apariencia.

Para lograr esta empresa, es necesario conocer nuestra herencia iniciática, nuestro patrimonio intelectual. Esto se trata en los primeros capítulos. Una crónica que les conducirá a replantease sus creencias, dogmas y visión de la vida. Reivindico a Caín, a Tubalcaín y a la serpiente del paraíso, portadores de una tradición que va en sentido contrario a todos los dogmas que impiden el progreso humano. Investigué profundamente la Biblia para desenmascarar las versiones que confunden las ideas liberales, el afán de progreso, el culto al trabajo y la búsqueda del conocimiento, con el culto diabólico del espíritu.

La misión principal de la Masonería es enseñar la ley de evolución y del progreso, el hombre hacia la perfección. No es posible hallar una verdadera interpretación de la Masonería si no se relaciona su sistema estrechamente con el proceso evolutivo de la humanidad. Todo en ella gira en torno de un progreso gradual de la oscuridad a la luz y todo lo que la luz trae aparejado.

La finalidad de sus grados consiste en presentar al masón objetivos de evolución en vida, no para el mundo de las ideas, sino para concretarlos en la Tierra, por lo cual debe esforzarse a implementar. El camino evolutivo, en el cual se funda la Masonería, es, desde todo punto de vista, práctico y útil. Significa, para el que recorre, un progreso en capacidad mental, conocimientos, visión, sabiduría y fuerza espiritual que lo comprometen a volcarlos en bien de la humanidad.

La lucha entre el librepensamiento y el dogmatismo es el otro tema en esta obra. Les relato la persecución histórica que hemos sufrido los masones por pensar diferente, por tener otra visión del mundo. Y no solo desde las religiones, también gobiernos y partidos políticos buscan apagar la luz masónica, pues el dogmatismo no se da exclusivamente en las confesiones religiosas, sino en lo social que impide el desarrollo de nuevas leyes para el progreso humano de una república, y en lo político, para evitar el disenso, e imponer la ley del ignorante prepotente.

El intento de eliminación del Otro, nosotros, se inició antes de la abolición de los Templarios, y aun hoy mis hermanos y hermanas de fe católica se encuentran en estado de pecado grave por ser a la vez masones. A pesar del avance científico, hoy los dogmas religiosos impiden la elaboración de leyes que permitan el control de la natalidad.

El Otro, los Otros, son calificativos que se pueden entender de muchas maneras y usar en los más diversos sentidos y contextos. Por lo que a mí respecta, lo uso para diferenciar al librepensador del dogmático. Para el dogmático el Otro constituye una amenaza, simplemente por ser diferente; para lo cual, construye una muralla para separarlo o intenta conquistarlo con el fin de someterlo a sus ideas. Si fracasa en estas empresas, busca eliminarlo.

Por nuestra parte, los librepensadores, anhelamos conocer al Otro porque comprendemos que le necesitamos para conocernos a nosotros mismos. Solo así podemos compararnos, medirnos, competir y desarrollarnos. De allí que la Masonería se transformó en el centro de unión de la humanidad, porques es contraria a aislarse del Otro. En su seno vive la diferencia, con un marco de respeto y es precisamente esta tolerancia a lo diferente es lo que la hace universal, a pesar de que algunas corrientes masónicas no comprendan este sentido.

En el mundo posterior al 11 de setiembre de 2001, la religión ha salido de lo privado para estar presente en el espacio político más que nunca. El retorno de lo religioso exige fortalecer la laicidad por medio del librepensamiento sólido, fundamentado, y rescatarla del silencio sistemático en que la ha sumido la historiografía.

En la obra, demuestro que el dogma ata al ser humano y lo imposibilita a realizar su principal meta aquí en la tierra: La búsqueda de su propia felicidad. Particularmente considero que la filosofía masónica es una opción para la formación humana que hoy el mundo necesita, un mundo conectado y muy relacionado, donde justamente la falta de tolerancia y formación sobre las ideas religiosas fomenta el odio. Ella, la Masonería, procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes.

La fascinación del público por las conspiraciones políticas dentro de la masonería no está ausente en este volumen. Explica cuáles son las ideas, los pensamientos y la identidad de los hombres que participaron en la organización del mundo y qué influencias tienen actualmente en las decisiones de los Estados. Particularmente les presento mi visión de la participación de los masones en la política nacional, con sus aciertos y errores, humanos al fin.

A pesar de que los masones siempre hemos sostenido que se puede ejercer la política individualmente pero sin comprometer a la Orden, lo cierto es que el fenómeno sociológico que ha sido la Masonería reviste características políticas innegables. En América, de norte a sur y en Europa de oeste a este, a la Orden se le presenta en gran medida a partir de referentes ligados a luchas independentistas y a la gestión necesaria para la consolidación de las libertades públicas y privadas en nuestros pueblos. Los nombres de los héroes de nuestra independencia y de los presidentes que han sido masones son de frecuente mención en nuestras charlas cuando de presentar la institución se trata; entonces, cómo negar que la Masonería participe en la política. Si bien hoy, las acciones son distintas, el mensaje es el mismo, mensaje que está presente en la obra, y particularmente en el capítulo “La participación política”.

Tal vez uno de los capítulos más interesantes de la obra, la participación de la mujer en la Masonería, las hijas de la luz, como particularmente las denomino. Cuando surgió la masonería moderna, en el Siglo XVIII, la mujer no estaba económica, social, ni políticamente emancipada del varón, y las Constituciones de Anderson que dieron el puntapié inicial de la Francmasonería Moderna no las tuvo en cuenta.

La participación de la mujer renació en Francia, hacia 1730, sólo cinco años después de la aparición de la masonería modera en este país. Pero será en 1893 cuando surge la corriente más progresista y liberal de la Masonería mundial, la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, obediencia que tiene representación en Paraguay, inclusive aquí mismo, en Encarnación.

Explico que la participación de la mujer renació, pues ella era tanto o más importante que el hombre en los cultos y creencias antiguos. Y ello adquirió también significado en la vida social e incipientemente comunitaria, hasta llegar a las diversas formas de matriarcado.

De la Antigüedad, en la Mesopotamia y Egipto, el culto a la diosa Naturaleza pasó a la Europa mediterránea. Durante millares de años la religión del área mediterránea y Europa desde Anatolia hasta el Próximo Oriente, expresó el culto a la Diosa, metáfora de la naturaleza, y sus ciclos representaron la vida, la muerte y la regeneración.

Hoy en el mundo occidental, y cada vez más en el resto del planeta que habitamos, la presencia y participación de la mujer se consolida en todos los ámbitos, y cada vez más se entiende, a pesar de lo difícil de la transición, que el mundo se construye a partir de las dos columnas humanas sobre las que se asienta el futuro: el varón y la mujer, con sus diferencias y semejanzas, porque ambos por igual forman parte de aquello más grande que es la humanidad.

Ante estas definiciones, los hermanos de obediencias masculinas deben ampliar sus fronteras de inclusión, hacer honor al lema “libertad, igualdad y fraternidad” y permitir legalmente la participación de la mujer en sus trabajos, bajo lo mismo derechos y obligaciones que los varones. No pueden seguir escondiéndose tras cortinas de antropología trasnochada o ideas producto de miedos y temores subjetivos. Deben dar un paso adelante que, reconozco, para muchos significará un importante cambio en sus estructuras mentales. Queramos o no, estemos de acuerdo o no, llegó el tiempo de posicionarse en este asunto que divide a la Masonería universal en dos bandos antagónicos, cuando ella pretende ser el centro de unión de la humanidad.

En conclusión, este libro es una invitación a reflexionar sobre la evolución del conocimiento humano desde una perspectiva diferente y a encontrar el sentido de libertad, a pesar de que su sentido sea tan antiguo como el hombre mismo.

En fin, demostrarles que seremos esclavos de nosotros mismos y susceptibles a circunstancias limitadoras solo hasta que tomemos conciencia de que el ser humano es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros, y que la búsqueda del propio interés racional y de nuestra felicidad es el más alto propósito en la vida.

Muchas gracias.

noviembre 12, 2007

Dossier de "Los hijos de la Luz"



LOS HIJOS DE LA LUZ
Editorial de la Luz,
Colección "misterios"
Autor Christian Gadea Saguier
ISBN 978-99953-836-0-2
Peso 0,250 kg
Tamaño 14 x 21
Páginas 282
Idioma Español
Precio G. 70.000 (en Paraguay) US$ 19 (exterior, c/gastos de envío incluido)
En librerías 7 de noviembre de 2007

Comentario
Los Hijos de la Luz devela la verdadera identidad de los maestros masones y la lucha del librepensamiento contra el dogmatismo para lograr el progreso humano. Trata sobre las poderosas sociedades guardianas del misterio de la Luz y desmiente las versiones que confunden las ideas liberales, el afán de progreso, el culto al trabajo y la búsqueda del conocimiento, con el culto diabólico del espíritu.
En este libro Christian Gadea Saguier explica cuáles son las ideas, los pensamientos y la identidad de los hombres que participaron en la organización del mundo y qué influencias tienen actualmente en las decisiones de los Estados.
Con una prosa amena y precisa, esta lúcida investigación filosófica descubre las relaciones entre los actos y las palabras de los “Hijos de la Luz” y su enfrentamiento con el dogmatismo. Indagar en sus identidades es una invitación a reflexionar sobre la evolución del conocimiento humano desde una perspectiva diferente

El autor
Christian Gadea Saguier inició sus trabajos e investigaciones en la Masonería en 1996. En mayo de 2005 publicó el libro El Misterio de los Masones. Actualmente mantiene el blog Los Arquitectos (losarquitectos.blogspot.com) sobre librepensamiento, laicismo, humanismo y diversos aspectos del pensamiento masónico. El sitio recibe más de 10.000 visitas mensuales y se constituyó en un espacio destacado en Internet. Escribe para revistas masónicas en América Latina y Europa. Es colaborador en varias Academias de Estudios Masónicos y participa como expositor en encuentros internacionales sobre Masonería. Es editor y director de la Editorial de la Luz.

Primer capítulo
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Reseñas
Un libro misterioso (ABC Color)

Revista de prensa

Contacto
Christian Gadea Saguier
(0991) 20 94 10 (021) 60 24 26
skype: gadeasaguier

noviembre 11, 2007

Reseña de "Los hijos de la Luz"



El diario ABC Color pubblicó hoy en su suplemento Cultural una reseña de nuestro libro Los Hijos de la Luz. La nota periodística está firmada por Delfina Acosta, una de las pocas peridiostas paraguayas que trabaja en ésta área de las reseñas de libros. A continuación la nota completa.

Dijo quien sabía, o sea, Sócrates, “Sólo sé que no sé nada”. Sin embargo, esta frase no puede tener más que un momento de cabida en el pensamiento del hombre (animal de costumbre, según algunos, y animal político, según otros), pues las ideas buscan la verdad, o el reconocimiento, por lo menos, de la existencia de un conflicto en el mundo y su posterior solución. Leyendo el libro (muy bueno, ciertamente) de Christian Gadea Saguier, Los hijos de la luz, el lector se halla ante un autor y una obra que van tras la interpretación de la “Iluminación” en los masones.

Para Gadea Saguier, la divinidad y la resurrección de Jesús son pura fábula. Por un principio de inteligencia, duda mucho de la confiabilidad de la Biblia.

Partiendo del principio de que Cristo es algo así como un opio de la sociedad, y despojado, por ende, de todo prejuicio religioso, el autor de Los hijos de la luz entra en el terreno de la masonería medieval, la masonería moderna, los herméticos, los caballeros templarios y otras órdenes.

¿Quiénes son los hijos de la luz? Pues hay que leer el libro, señoras y señores, para introducirse en el enorme, vasto mundo de los conocimientos y las doctrinas expuestas en el texto, y acercarse a la verdad sobre los hijos de la luz. Citas y referencias de sitios de Internet, que Gadea Saguier nos propone en las muchas páginas del libro de marras, son de valiosa ayuda para una mejor comprensión del estudio crítico.

LA HORRIBLE PERSECUCIÓN
Con un hábil estilo narrativo, Christian nos cuenta que la Iglesia católica cometió atrocidades. No solamente los masones cayeron en la garras y en las persecuciones de los católicos, sino además los caballeros templarios, que inicialmente fueron llamados los pobres caballeros de Cristo. La orden de los caballeros fue fundada oficialmente en 1118; tenían los caballeros la misión de prestar defensa de los llamados Santos Lugares, que fueron después retornados a los sarracenos, hasta que en 1291, cayó el último bastión cristiano. Buscando una reconquista de los lugares santos, libres del pago de impuestos y debiendo sólo obediencia al Papa, los caballeros templarios, por esas cosas del fanatismo, la envidia y la incompatibilidad de pensamientos, fueron encarcelados y destinados a morir en la hoguera. Llama la atención la fuerza de voluntad y el estoicismo con que estos caballeros defendían sus ideas, o, si quiere, sus misterios, pues en esto de pensar, todo es muy misterioso, finalmente.

EL MAESTRO
He aquí un hecho espeluznante: Un gran maestro, Jacobo de Molay, fue tostado lentamente en la Ile de la Cité, a la sombra de la Catedral de Notre Dame de París.

¿Qué significa Maestro? Maestro le llamaban los apóstoles a Jesús. Maestro es la persona que es práctica en una materia y la maneja con desenvoltura, según el diccionario. Llegar a ser maestro, en la orden de los masones, implica, poco más o menos lo siguiente: saber observar las virtudes que condecoran al ser humano sobre la faz de la Tierra y hacerlas observar.

Jesús era el encargado de cuidar de sus apóstoles y los reprendía cuando los hallaba en falta. La masonería “procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes. Tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias e intereses, uniendo a todos los hombres en bien de la humanidad. Impulsa a sus miembros a transformarse en elementos útiles para la sociedad”. Dicho en palabras más simples, la masonería busca, según mi versión, estar al servicio del bien propio y del bien social. Guardar estos conocimientos en tiempos pasados llevó a los masones a vivir en una suerte de clandestinidad.

Hiram, maestro de maestros, fue el masón enviado por el rey de Tiro para dirigir los trabajos del futuro Templo de Jerusalén. Hiram, según el estudio de Christian Gadea Saguier, estuvo muy ligado a la construcción del Templo; fue no sólo el artífice de una obra material, sino además el jefe, caudillo, líder o maestro de la genealogía iluminada de los masones. Murió asesinado Hiram. Así como Jesús fue crucificado. Esto nos habla de que llevar adelante una idea que cause pasiones en los hombres, o más abiertamente, en la humanidad, es motivo de apaleamientos, cepos, crucifixiones, puñaladas, destierros, traiciones, conspiraciones y fama.

Hermes, creador de la doctrina hermética, ha dejado otro legado: “Como arriba es abajo”. O sea: Lo que hay en la tierra tiene una correspondencia celestial.

Jesús, más inteligente que todos y, por eso, adorado en el mundo occidental y también oriental como Hijo de Dios, construyó la idea de la fe al trasladar la verdad en su persona.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida...”, dijo, y con esas palabras cargó sobre sus espaldas el universo.

En fin, este libro nos lleva a pensar, como dijo Hamlet, por inspiración de Shakespeare, en estas rotundas frases: “Hay más cosas en el cielo y la tierra de las que tu filosofía cree”.

El libro nos invita a reflexionar, también, sobre la masonería instalada en el siglo que vivimos. ¿Cómo está la masonería en España? Se dice que la Segunda República que derribó al General Franco, fue nada más y nada menos que la fuerza masónica. ¿Tiene, entonces, mucho poder político? Según mi manera de interpretar las ideas y los hechos, sí. ¿Posee la masonería, esa élite cada vez más abierta a cualquier clase de hombres y mujeres, poderes relacionados con riquezas mal habidas? Pues sí.

El autor del libro escribe, ya al final casi del libro, sobre la masonería en el Paraguay. Interesante, es, ciertamente, su versión.

BREVE RESEÑA DEL AUTOR
Christian Gadea Saguier inició sus trabajos e investigaciones en la Masonería en 1996. En mayo de 2005 publicó “El misterio de los Masones”.

Mantiene el blog Los Arquitectos (losarquitectos.blogspot.com) sobre librepensamiento, laicismo, humanismo y diversos aspectos del pensamiento masónico. El sitio recibe más de 10.000 visitas mensuales y se ha constituido en un espacio destacado de Internet. Escribe para revistas masónicas en América Latina y Europa. Es editor y director de la Editorial de la Luz.

Delfina Acosta